Calidad de vida

Los chicos tienen permitido jugar

En estos tiempos es común que los padres, preocupados por el tiempo que sus hijos pasan
frente a las pantallas, los anoten en varias actividades extracurriculares. Pero los especialistas recomiendan que es saludable tener momentos de aburrimiento para generar el juego libre. Hablamos con Mercedes Bellomo1, médica pediatra que coordina los talleres de Crianza del Hospital Italiano de Buenos Aires, para que nos cuente la importancia de estos espacios sin reglas en el desarrollo de los más chicos.

Por qué resulta contraproducente que un niño participe de muchas actividades extracurriculares?

Lo que opinamos es que hay que respetar los tiempos de los niños. La infancia es la etapa del tiempo
“sin tiempo”. Del tiempo de juego libre. Por ejemplo: imaginemos una nena de siete años que le gusta bailar. No es lo mismo que lo haga sola en su casa que hacerlo con una profesora. Son actividades distintas y ambas están buenas, pero eso del juego libre es un valor en sí mismo y que a veces los chicos de hoy están corriendo el riesgo de no tener.

¿Qué función tiene el aburrimiento en el desarrollo integral del niño?

Es fundamental para el desarrollo de todas las funciones. Como la función social, el manejo de las emociones y
el desarrollo del aprendizaje. Los ayuda a formarse y es esencial para que se desarrollen sanos.

A veces se pierde este tiempo del aburrimiento o los papás empiezan a ver como un problema esto de que se aburran. La realidad es que es todo lo contrario. El aburrimiento es parte de un impulso hacia la creación. Hacia el juego creativo.

¿Recomendás postergar el acceso a tecnologías digitales como celulares y tablets?

La Sociedad Argentina de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud no aconsejan el uso de pantallas, sean celulares, tablets, computadoras o televisores, en menores de dos años.

Es que en los primeros dos años de vida se está terminando de desarrollar el cerebro y el impacto que
tienen las pantallas es mucho mayor. Porque, a esa edad, un bebé debería conocer el mundo en tres dimensiones, y con estos artefactos, su cerebro, lo conoce antes en dos dimensiones. Entonces, la profundidad de las cosas, el contacto con las personas, con la emoción, con el otro,
con el lenguaje, se empiezan a perder por esta cosa de que el bebé está pasivo ante la pantalla.

Después vemos que a los chicos les cuesta, entre otras cosas, el lenguaje. Ni hablar de esperar. Los nenes de dos y tres años son súper impulsivos y a esa edad aprenden a esperar. Esperar en el médico, en el colectivo o a que hagan la comida. Este es el momento de aprender todo esto, y la pantalla llena todos estos vacíos.

¿Qué puede hacer un adulto cansado por su propia rutina diaria, para entretener a un chico, antes de sentarlo en frente de la TV o del celu?

Cuando los papás llegamos de trabajar, los chicos necesitan el contacto del adulto. El contacto real,
interesado, de mirarse a los ojos. De contactarse con la otra persona. A veces los tiempos son muy veloces y hay que hacer muchas cosas. Los tiempos personales también están invadidos en el adulto por las tecnologías y las redes. Nos sacan un montón de tiempo. Y si el chico nos ve conectados todo el tiempo tampoco está bueno. Además cuando uno educa a un hijo, educa mucho más con el ejemplo, con lo que nos ven hacer.

Ahí está la clave. Los chicos deberían ver que nosotros llegamos del trabajo y nos interesamos por cómo están,
no solo para retarlos o interrogarlos, sino para conectar con lo que dicen. Eso es lo que los chicos valoran.

¿Es muy importante que los niños tengan una rutina?

Sí, porque los organiza. Tener una rutina diaria e instalada los hace sentirse más seguro. A esa edad, los cambios son muy veloces, entonces como todo va cambiando en su desarrollo, la rutina los contiene, los organiza. Pensar que después de una cosa viene la otra, los ayuda.

Por eso es importante, en los niños en edad escolar, aplicar un uso limitado de las pantallas. Que no sean
mala palabra, pero sí pautar un límite de horario. Y procurar que no sea un pedido constante del estilo “cortá con la tablet, cortá con la tablet”, porque eso no va a funcionar y va a generar enojo. Tiene que ser al revés: que no esté instalado el uso libre de estas tecnologías.

¿Por qué la plaza sigue siendo el mejor lugar para que los chicos aprendan a manejar su cuerpo?

La plaza tiene de bueno que es al aire libre y permite interactuar con mucha gente. Sobre todo para quienes
vivimos en la ciudad, que no tenemos espacios verdes amplios. Es un lugar donde caminar e interactuar con otros. ¡Es genial!

¿En qué consisten tus talleres de crianza para padres?

Los talleres de Crianza del Hospital Italiano los coordinamos pediatras y psicólogos intentando hacer un abordaje integral de las temáticas. Son abiertos a la comunidad y gratuitos. Nosotros estamos muy contentos porque cada encuentro y temática son diferentes. Somos muy abiertos a incorporar los problemas que cada padre trae. Los implementamos cuando nos dimos cuenta de que el tiempo de la consulta no nos alcanzaba para hablar de todos estos temas con los padres.

Por otro lado, estos talleres son bastante “contracultura” ya que son sociales; justamente todo lo contrario a lo rápido y virtual que estamos acostumbrados hoy en día. Insistimos en que no es cuestión de bajar “los 10 tips del buen padre de la edad de 3 años” de Internet. Eso no funciona. Es más complejo. Lo bueno de que se junten entre otros padres es que pueden intercambiar recursos.

TALLERES DE CRIANZA

El Hospital Italiano invita a toda la comunidad a participar de los Talleres de Crianza. Por consultas e inscripciones, comunicate por mail a: talleres.crianza@hospitalitaliano.org.ar .

Los cupos son limitados.

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