Consciencia y responsabilidad social

Posverdad: ¿la palabra maldita?

¿Importan más las emociones o las creencias de las personas, que los hechos concretos? Entrevistamos a Guadalupe Nogués1, Doctora en Ciencias Biológicas de la UBA y autora del libro Pensar con Otros, Guía de Supervivencia en tiempos de posverdad, para que nos aconseje sobre cómo actuar ante este problema que parece tomar mayor protagonismo semana a semana.

¿Qué es la Posverdad?

En los últimos años se empezó a hablar cada vez más acerca de que si estamos o no en los “tiempos de la posverdad”. Desde la política al periodismo, desde la ciencia hasta infinidad de situaciones cotidianas, se resalta cómo uno se siente frente a determinada situación, mientras que la reflexión profunda, la evaluación cuidada de los conocimientos, queda hecha a un lado. Las posturas se vuelven rígidas porque siguen el “sentir”, tanto el propio como el de las personas que consideramos nuestro grupo de pertenencia, nuestra tribu. Si aparecen evidencias que nos muestran que nuestras posturas son equivocadas, tendemos a rechazar esas evidencias para no desafiar lo que creemos. Eso nos va polarizando en posturas que se vuelven extremistas, lo que nos fragmenta en grupos que ven la realidad de manera distinta, considerando como cierto o falso distintos conjuntos de hechos.

Sabemos que hace poco escribiste un libro ¿De qué se trata “Pensar con otros”?

Lo escribí con el objetivo de intentar diseccionar el fenómeno de la posverdad en sus componentes principales para, a partir de ahí, esbozar posibles soluciones. La considero un peligro grave y urgente que merece ser atendido y combatido. El libro tiene cuatro secciones. La primera busca plantar una especie de bandera en cómo sabemos, en cómo nos damos cuenta de que algo es de una manera y no de otra. Tomando esto como punto de partida, vamos a la descripción de una posverdad casual, si se quiere “culposa”, que surge más por descuido o desinterés, y a la que aportamos todos en mayor o menor medida. La tercera sección es sobre la posverdad intencional o “dolosa”, en la que hay grupos o personas que buscan generarla para su propio beneficio. Una vez discutido el problema, la última parte está enfocada a proponer soluciones.

Hice el libro junto al equipo de El Gato y La Caja, un colectivo de divulgación científica, que combina ciencia, comunicación y diseño. Ellos editaron el libro y llevaron adelante la venta del libro, que se puede conseguir en el sitio web de ellos.

¿Qué hecho sucedido en el último tiempo sirve para demostrar los peligros de la posverdad?

Un ejemplo son las dudas sobre las vacunas. Las vacunas son consideradas una de las medidas de salud pública que más vidas salvaron y continúan salvando día a día; junto a la disponibilidad de agua potable o el lavado de manos. La mayor parte de la población, especialmente en Argentina, en donde la vacunación está muy instalada en nuestra cultura, considera que las vacunas son muy valiosas. Y si llegase a haber un faltante temporario de una, generalmente es un escándalo. Quizá no todos sepan exactamente cómo logran evitar que nos enfermemos, pero se parte de una confianza en que funcionan y son seguras. Sin embargo, hay un pequeño grupo de personas que tiene dudas sobre las vacunas, desconfía y no toma en cuenta todo lo que sabemos acerca de ellas. Algunas de estas dudas surgieron lamentablemente de algunos mitos que se propagaron rápidamente, los cuales son difíciles de destruir porque siempre hay personas que los siguen creyendo y difundiendo.

Y este es un ejemplo de posverdad casual: sabemos algo muy bien – que las vacunas son efectivas y seguras – pero sin embargo surge en algunas personas una duda que no se justifica en base a lo que sabemos. Sienten miedo, desconfianza, angustia, y eso ya alcanza para que intenten por todos sus medios no vacunarse o no vacunar a sus hijos. No hace falta que estén totalmente convencidos, pero esa duda ya erosiona todo. Ese es el peligro de la posverdad. Es un peligro de salud pública en varios ejes. Primero, en la salud en sí misma: las coberturas de vacunación están disminuyendo en algunos países debido a estas personas que eligen no vacunarse, y en esos países estamos viendo la vuelta de enfermedades prevenibles como el sarampión o la tos convulsa. Pero, por otro lado, podemos entender a la posverdad como un problema de salud pública a otro nivel: la fragmentación en pequeñas “realidades personales”, hace que nos vayamos separando entre nosotros, rompiendo vínculos y coartando la posibilidad de tener conversaciones con personas que no piensan como nosotros.

¿Es Facebook en particular, y las redes sociales en general, el terreno más fértil para la propagación de noticias falsas?

Las redes sociales colaboran en este fenómeno. En ellas es muy sencillo para cada uno de nosotros “generar” el mundo que queremos ver. Es decir, armamos un espejismo del mundo a nuestra semejanza. Hacemos esto seleccionando qué queremos ver y qué no. Y, generalmente, tendemos a hacer esto de manera que lo que vemos concuerde con lo que pensábamos antes. Quien duda de las vacunas va a bloquear a quienes hablan a favor de ellas, y se va a rodear, virtualmente, de personas que concuerdan con esa idea. Pero atención, esto lo hacemos todos: los que están a favor de las vacunas bloquean a aquellos que las discuten, o los convierten en objeto de burla lo cual, claramente,
no colabora con que se genere un vínculo que pueda armar el puente que necesitamos para comunicarnos y entendernos mejor.

¿Qué le recomendarías a un usuario de redes sociales antes de compartir una publicación?

Son varias cosas. Primero, antes que nada, me parece que es importante que hagamos un poco de introspección para entender qué nos parece importante y valioso. Analicemos si nos importa la verdad y queremos protegerla, o si solo queremos pasar un rato y divertirnos o relajarnos. Muchos vivimos sobrepasados por nuestras preocupaciones y se vuelve difícil estar atentos a estas situaciones, pero el punto es: si no priorizamos la verdad, la vamos a perder en el camino. Si cuando usamos redes no queremos pensar demasiado, es probable que generemos contenido que colabore con la posverdad. En este caso sería posverdad casual, pero posverdad al fin y al cabo. Por ejemplo, este sería el caso de alguien que recibe una cadena o ve un posteo en Facebook que dice que tal vacuna es peligrosa y, ante eso, lo comparte, “por si acaso”. En vez de parar la pelota y analizar si eso es cierto o no, lo comparte.

Soy optimista. Creo que este fenómeno es reciente y todavía no lo vemos en toda su dimensión. Pero así como creció rápidamente, nosotros tenemos las herramientas y el poder para detenerlo. Solo debemos aprender a pensar con otros, porque solos no vamos a poder.

UN CONSEJO PARA
ENFRENTAR LA POSVERDAD

“Primero comprometernos con la verdad. Luego poder tomarnos un tiempo para pensar y tomar recaudos sobre los contenidos que compartimos o dejamos de compartir en nuestras redes sociales. Y, ahí, buscar las fuentes, tratar de corroborar si esa información es cierta o no. Eso se puede hacer de muchas maneras, pero nada funcionará si no armamos espacios para que este chequeo pueda ocurrir.”

Libro “Pensar con Otros, Guía de Supervivencia en tiempos de posverdad”, de la Dra. Guadalupe Nogués.

Ayurveda https://elgatoylacaja.com.ar/pensarconotros/

www
1 Guadalupe Nogues, Dra. en Ciencias Biológicas (Universidad de Buenos Aires). Docente. Dedicada también a la comunicación y divulgación científica.

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